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8 de enero de 2025

El sufrimiento como argumento para invertir en prevenir lesiones por presión

En el contexto de una hospitalización, padece el órgano de mayor tamaño del cuerpo humano, . Quienes atienden a la persona hospitalizada saben que la piel podría  sufrir lesiones por rotura, fricción y presión. Éstas aparecen frecuentemente en las prominencias del cuerpo.

La prevención, tratamiento y recuperación de las lesiones por presión (LPP), en la atención de salud, son actividades de cuidado normadas y protocolizadas. Se notifican para generar una estadística y evaluación de calidad y seguridad de la atención de los pacientes.

En el Hospital Padre Hurtado del Servicio de Salud Metropolitano Sur Oriente, el área de Riesgo Clínico concluyó que en la pandemia los casos de LPP se hicieron más y más graves. Con ese antecedente, desde2019, el equipo directivo supo de los esfuerzos por reducir el número de casos de lesiones por presión.

Se buscaba generar conciencia del problema a través de la exposición comparada de estadísticas y el registro de su incremento. Encontrar detalles sobre la dedicación diaria para el cuidado de las úlceras. Cambiar de posición al paciente en su cama, según la pauta, para prevenir la aparición de las heridas en pacientes graves, frágiles o de contextura grande, lo que también repercutía en la salud del personal.

No había recursos para incorporar colchones de última generación que contribuyeran a aliviar el problema.

Hubo un cambio de estrategia. Se involucró a más equipos dentro del hospital. Se reforzó la capacitación. Se transmitió que todos éramos responsables. ¡Que los pacientes sufren muchísimo a causa de las lesiones por presión!

Una acción fue definitiva: la estadística tendría cuerpo. La lesión por presión tenía que ser un dolor para todos. En las reuniones del equipo directivo, junto a las estadísticas del mes anterior, se expusieron registros de las heridas. No se habló sólo del número de casos de LPP y su clasificación, se comunicó que eran cuerpos de personas en su condición de pacientes.

Basado en esta argumentación, sobre la base de datos de 2023, finalmente el Hospital Padre Hurtado pudo proveerse de modernos colchones, los cuales se programan, permitiendo cambiar automáticamente de posición al paciente. Es como si la persona estuviera suspendida. Noventa plazas, en distintos servicios del hospital, están contribuyendo al propósito de evitar lesiones de este tipo en los pacientes.

*Conversación con Sandra Ferrada, encargada de Gestión de Riesgo Clínico, Hospital Padre Hurtado.