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12 de abril de 2023

Acciones concretas para promover el Autocuidado

El autocuidado es cualquier actividad vitalizadora que devuelva, mantenga o mejore su salud. La mayoría de las personas, cuando se les pregunta sobre el autocuidado, mencionan cosas como tratamientos faciales, salir a cenar y vacaciones, evidentemente tienen toda la razón, pero el autocuidado es mucho más que eso. Cuando es genuino, implica poco tiempo y energía, y supone poco gasto y sencillos mecanismos para potenciar el estado de ánimo como llevar la ropa preferida, aplicar técnicas de relajación y contemplar la naturaleza.

Una de las ideas que circula en nuestro colectivo, es que el cuidado de sí mismo corresponde a un acto egoísta, dada las exigencias normales de la vida. Sin embargo, corresponde más bien a un “saldo energético”, significa trabajar para ser el mejor cuidador de uno mismo y un amor incondicional hacia uno mismo. Necesitamos, en los tiempos que corren, un buen saldo de energía.

¿Cómo enfrentar las situaciones imprevistas que surgen en la vida? En este caso y pensando en el autocuidado, las mascarillas de oxígeno de emergencia de los aviones, son un buen ejemplo. Quien va al cuidado de otros, debe ponerse primero la mascarilla, para luego intentar ayudar al resto. El autocuidado regular, ofrece la mejor oportunidad de manejar todos los retos que se presentan.

La principal idea a desmontar, es que el autocuidado no es un acto egoísta y tampoco un imperativo. Los principales saboteadores del autocuidado son creencias como “es muy difícil”; “en qué momento”; “es autocompasivo”. Si le ayuda, piense en el autocuidado no como “yo primero”, sino como “yo también”.

La Organización Mundial de la Salud, ha pronosticado que para 2030, la depresión será la primera causa de enfermedad a nivel global. Está claro que no podemos permitirnos ser complacientes. Durante el transcurso del año, se informará de una serie de actividades de autocuidado para ayudar a reducir la culpabilidad y las barreras percibidas.

¿Por qué necesitamos autocuidado?

En primer lugar, porque:

  • El estrés no va a desaparecer
  • El estrés tiene un efecto acumulativo
  • Demasiado estrés es peligroso
¿Cómo ayuda el autocuidado?

  • El autocuidado nos ayuda a prevenir o afrontar el estrés, las pérdidas naturales del
    devenir vital y el cambio
  • El autocuidado nos ayuda a recuperarnos del estrés, de las pérdidas y el cambio
  • El autocuidado tiene una función protectora, forma un parachoques contra el estrés
    futuro
  • El autocuidado nos ayuda a crecer como personas y darnos cariño en momentos de
    tensión, aflicción y estrés
“El autocuidado ayuda a las personas a convertirse en su mejor versión”

La felicidad en el mundo laboral

Acciones concretas para promover la felicidad en el trabajo, basadas en los cuatro
acuerdos:

1. Sé impecable con las palabras: Nos invita a reflexionar antes de hacer un comentario, pensar para qué voy a decir o que voy a decir, ¿aporta algo?,
¿beneficiará a alguien? Es preferible responder que reaccionar ¿Alguna vez has obtenido resultados positivos por realizar comentarios destructivos hacia compañeros, responsables o cualquier persona relacionada con tu entorno laboral?

2. No te tomes nada personalmente: Los comentarios y opiniones que los demás hacen, y por los que nos podamos sentir interpelados, no dejan de ser opiniones o comentarios de otros, que tanto si son positivos, como si son negativos, están condicionados por su marco de referencia, por sus opiniones y no necesariamente tienen que ser ciertos o fiables.

3. No hagas suposiciones: Nada hay que nos pueda conducir más a la equivocación que hacer suposiciones. Suponemos que nos quisieron decir algo, que hicieron las cosas por algo, que esperaban un resultado concreto, pero si este proceso está únicamente en nuestra mente y no lo hemos verbalizado, nuestras suposiciones erróneas nos pueden inducir a fallos graves. Te invitamos a preguntar, a aclarar, a trabajar sobre certezas, no
sobre suposiciones.

4. Haz siempre lo máximo que puedas: Es tan sencillo como no conformarse hasta que se han agotado todos los recursos y se han explorado todas las posibles soluciones. Y si, aun así, no alcanzamos el resultado óptimo, tendremos la satisfacción de haber puesto todo nuestro esfuerzo y los demás también verán lo mismo, y entenderán que no se podía haber hecho más.

Y tú, ¿respetas los cuatro acuerdos? Dejamos aquí algunas preguntas para la reflexión:

¿Hablas siempre desde la empatía con las personas que te rodean, o viendo únicamente tu punto de vista?

¿Te llevas a lo personal todos los comentarios dirigidos a ti?, ¿eres realmente esa persona porque otro lo opina? Cuando los demás dan razones por las que tú has actuado de una determinada forma, sin información, ¿siempre adivinan en sus suposiciones? ¿adivinas tú siempre cuando haces suposiciones sobre las razones de los demás?

Cuando has puesto todo tu esfuerzo para conseguir un buen resultado, o un alto desempeño, ¿alguien, incluso tú mismo, te lo has echado en cara? ¿Para qué, si no se podía hacer más?

Entonces, ¿para qué no hablar impecablemente?, ¿para qué tomarte las cosas personalmente?, ¿para qué hacer suposiciones?, ¿para qué no hacer lo máximo posible?.