Ejercicio de Autocuidado para funcionarios: «El hambre emocional»
Las emociones actúan como estímulos internos que a menudo nos llevan a responder con la acción automática de comer. Y no resulta extraño, que este patrón se integre tempranamente en la vida: de bebés o niños, respondiendo al impulso del hambre llorando y nuestras figuras de cuidado calmaban nuestro llanto con la comida, aunque quizá estuviéramos necesitando otra cosa. Y de mayores, paradójicamente, cuando tenemos ganas de llorar, así como también por distintas emociones se nos despiertan las ganas de comer.
¿Cómo reconocer el hambre emocional?
Supera el hambre emocional con el ejercicio de “comer atentos”, el cual podrá encontrar en el siguiente link:
El círculo de comer atentos te ayudará a la toma de conciencia:
“Con la alimentación consciente estoy a cargo de mi alimentación”.
Fuente: Departamento Calidad de Vida Laboral SSMSO