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26 de diciembre de 2022

Entrevistas Sur Oriente | Dr. Mauricio Toro: “Contamos con un equipo muy preparado para llevar a cabo nuestra 4ta acreditación y avanzar en el proceso de normalización para dar una mejor atención a los usuarios”

Emplazado dentro de la subred Santa Rosa- integrada por las comunas de La Pintana, San Ramón y La Granja- el Hospital Padre Hurtado (HPH) atiende las necesidades de una población que envejece rápidamente, donde el número de nacimientos es cada vez menor y las vulnerabilidades de su entorno múltiples. De hecho, la inseguridad es una de las principales, por lo que el establecimiento cuenta con un blindaje especial en su frontis, estrictos protocolos de seguridad para sus funcionarios y usuarios, y coordinaciones permanentes con la Municipalidad de San Ramón, las policías e incluso con el Gobierno Regional para reducir el riesgo de posibles incidentes en su perímetro.

Inmerso en este complejo escenario, este establecimiento hospitalario, uno de los cinco que conforman la Red de Salud Sur Oriente, debió soportar además el impacto de la pandemia por COVID-19, en una de las zonas de la Región Metropolitana que resultaron más resentidas durante la actual Emergencia Sanitaria.

Este recinto hospitalario disponía inicialmente de seis camas UCI y luego, producto de la contingencia infecciosa, “habilitamos la UTI, salas de cuidados medios, pabellones, recuperación y pabellón ambulatorio para recibir pacientes que requirieran ventilación mecánica invasiva. Junto a esto, la UCI Pediátrica recibió pacientes adultos. Llegamos a tener 54 cupos UCI para pacientes ventilados invasivos, más 12 en la urgencia, totalizando 66 pacientes ventilados invasivos simultáneamente. Esto requirió aumentar la planta de oxígeno, hacer remodelaciones, instalar redes para gases clínicos y eléctricas, sistemas de extracción de aire, pero principalmente capacitar al personal. Fue un esfuerzo muy grande, donde los profesionales de mayor experiencia apoyaron en todo momento a quienes debían afrontar estas responsabilidades por primera vez. Se requirió realizar reuniones diarias, donde se evaluaba el avance de la situación, abordando los problemas que pudieran surgir para buscar soluciones en conjunto”.

A pesar del adverso panorama que les tocó soportar, hubo importantes aliados que estuvieron permanentemente apoyándolos, como el Ministerio de Salud (MINSAL), el Servicio de Salud y el resto de los establecimientos que conforman la Red Sur Oriente.

Adicionalmente, la Universidad del Desarrollo y la Clínica Alemana, junto a la formación académica de estudiantes de pre grado y especialidades, que posteriormente se incorporan a la atención pública de salud, contribuyeron de manera importante durante la Emergencia Sanitaria, facilitando instalaciones docentes ubicadas en el recinto hospitalario, además de otorgar prestaciones de diversa complejidad que responden a las necesidades prioritarias de los usuarios del establecimiento. “Este convenio asistencial y docente, recientemente actualizado con el Servicio de Salud, ha permitido crecer en docencia, investigación y capacidad resolutiva, aportando con especialistas de reconocida trayectoria y experiencia, tanto en la docencia como en la atención directa de nuestros pacientes. A esto se suma la transferencia de recursos para comprar equipamiento, además de la atención a pacientes nuestros con patologías de alta complejidad en la misma Clínica Alemana. La Fundación Desafío Levantemos Chile se ha sumado a estos esfuerzos, colaborando en la resolución de la Lista de Espera Quirúrgica, en especialidades de traumatología, cirugía digestiva y ginecología”.

¿Cómo enfrentaron la pandemia?

Me tocó asumir la dirección del hospital cuando estaba iniciándose la pandemia. Realizamos un trabajo intenso, colaborativo, importante para el progreso del hospital. Se logró que todos los trabajadores se integraran para hacer frente a esta situación de emergencia sanitaria. Nos esforzamos en que se conocieran mutuamente en el ámbito clínico, administrativo y de seguridad, de tal forma que todos entendieran la labor de Operaciones, Informática, Logística, Transporte; y también de distintos servicios como Pediatría, Adulto, Cuidados Críticos, Básicos, Urgencias, Hospitalización Domiciliaria, etc. De esta manera, logramos un espíritu de cuerpo, que hizo posible atender, de manera coordinada y eficiente, a la población dependiente de nuestro establecimiento. Se hizo un esfuerzo por hacernos cargo de la salud de los funcionarios, al mismo tiempo que de su desarrollo, con capacitación teórica y práctica, talleres de autocuidado, sumado a la implementación de un policlínico especial para atenderlos, primero en relación a los contagios por COVID y luego al impacto de la pandemia en su salud mental.

¿Cuáles son los principales avances que se han impulsado desde que asumió su cargo?

Todo el proceso de traspaso del hospital al Servicio de Salud ha sido de gran ayuda para mejorar nuestra relación con las tres comunas que atendemos y con el resto de la Red Sur Oriente. Ha sido un proceso de integración interna y con la Red. Estamos mucho más interconectados ahora. La pandemia también nos hizo ver que dependemos unos de otros. Nos dimos cuenta que había ámbitos de desarrollo y oportunidades de crecer, por ejemplo, en pacientes críticos, oncológicos, hospitalización domiciliaria, mayor crecimiento de los procesos diagnósticos y terapéuticos, endoscopía, pabellón, entre otros. En el ámbito ambulatorio, hemos mejorado la resolución de las listas de espera por consultas de nueva especialidad a través de la gestión innovadora del equipo del Centro de Referencia en Salud (CRS), encabezado primero por la Dra. Lorna Luco y posteriormente por la Dra. Constanza Cortés, logrando optimizar los tiempos de respuesta con los distintos especialistas. Hemos perfeccionado la Hospitalización Domiciliaria y también la labor del Servicio de Urgencia, además de corregir progresivamente el déficit de arrastre que teníamos en infraestructura, equipamiento e instrumental.

¿En qué otras iniciativas están centrando sus esfuerzos?

La normalización del hospital, donde la Dirección del Servicio de Salud ha estado liderando, es un proyecto de cinco a diez años en que estamos muy involucrados. La idea es que el hospital esté a la altura de las necesidades de la población. Los hospitales se construyen en una fecha y a poco andar, tanto en tamaño como en complejidad, se van poniendo obsoletos. La actualización y la normalización que se hará acá es muy importante. Es un proyecto de más largo plazo, pero muy relevante. Hemos tenido importantes cambios demográficos, asociados a la disminución en el número de nacimientos, con una baja marcada en la población infantil, y un incremento muy significativo en la de personas mayores con patologías crónicas del tipo oncológico y cardiovascular. La salud mental, se ha deteriorado por múltiples causas en la población, requiere un enfoque mucho más intensivo. La prevención de enfermedades, en colaboración con la Salud Primaria, es relevante y también la detección precoz, para evitar que lleguen al hospital en estado avanzado, con menores posibilidades de recuperación, asociado a mayores costos.

¿En materia de oncología, qué nos pude adelantar?

Tenemos un proyecto oncológico que considera una sala nueva de quimioterapia. Normalmente toda la quimioterapia se deriva al Hospital Dr. Sótero del Río. La idea ahora es que nos hagamos cargo de las patologías más prevalentes, los cánceres más frecuentes, por lo menos toda la primera etapa de quimioterapia, tanto hematológica como de tumores sólidos como el cáncer de próstata, vejiga, colon y gástrico. Buscamos acercar a las personas a nuestro hospital, facilitar que se movilicen y disminuir los tiempos en los tratamientos.

¿Qué mejoras se proyectan en el marco de la innovación?

Hay un proyecto que no es directamente clínico, pero sí impacta en la atención, al innovar en la matriz energética. Estamos en un proceso de licitación para cambiarla, disminuyendo así los costos y la huella de carbono. Apuntamos a una economía de recursos que ayude a enfrentar el cambio climático.

¿Cuáles son los principales avances planificados en el ámbito de la infraestructura?

A comienzos de 2023, remodelaremos el sexto piso para que esté acorde a los lineamientos clínicos de calidad. Debido a la gran demanda de urgencia, se habilitó con celeridad, pero requiere de ajustes para estar en buenas condiciones, dar una mejor atención y mayor seguridad a los pacientes. Además, estará disponible el sector oriente, lo que permitirá liberar muchas salas para atención de pacientes, que actualmente están siendo ocupadas como oficinas y residencias. Esto potenciará nuestra capacidad de respuesta en los distintos pisos. Adicionalmente, inauguraremos en marzo una Unidad de Hemodiálisis, que ya está lista, pero falta que instalemos la planta de agua, lo que ocurrirá durante enero o febrero. Esperamos iniciar también un programa público de Peritoneo de Diálisis, lo que es muy relevante para los pacientes. Tenemos un proyecto con el MINSAL y el Servicio de Salud para construir una nueva Unidad de Paciente Crítico (UPC), que multiplicará por tres su capacidad original, llegando a 54 camas en total, necesarias para poder atender la actual y futura demanda, incluyendo, además, la incorporación de un resonador magnético. Debiera estar funcionando el año 2025. De esta manera, podremos responder mejor a la demanda de atención, pudiendo además realizar procedimientos y cirugías de mayor complejidad.

¿Qué están haciendo en términos de salud mental?

Actualmente estamos entregando prestaciones de atención cerrada en el Servicio de Pediatría, pero está avanzando el proyecto que permitirá contar con un edificio de hospitalización psiquiátrica de corta estadía, actualmente en etapa de diseño arquitectónico. Esto es muy importante, porque los pacientes pediátricos y adolescentes deben tener una atención de salud mental apropiada, considerando las dificultades que vive el país en esta materia, donde se observa un alarmante aumento en los trastornos alimentarios, consumo de drogas, depresión e ideación suicida. Tenemos que dar respuesta a esta situación.

¿En materia de endoscopías, qué planes tienen?

Crecerá mucho la capacidad en realizar procedimientos endoscópicos, tanto en número como en complejidad. Actualmente se está remodelando el sector para hacerlo más eficiente y seguro. Junto a esto, se incorporó una cantidad importante de nuevo equipamiento. Tenemos un equipo muy motivado, y la idea es que crezcamos mucho más.

¿Hay otras transformaciones programadas?

Se están remodelando los pabellones de la Maternidad para que puedan ser utilizados por el resto de los equipos quirúrgicos. Hemos mejorado y esperamos perfeccionar la gestión de todos los pabellones, ocupándolos la mayor parte del día, con pausas menores. Esto significa también la incorporación de equipamiento e instrumental. Esperamos contar pronto con salas de Parto Integral, para responder a los requerimientos y exigencias actuales. Se ha ido renovando el equipamiento a nivel de laboratorio, incorporando nuevas técnicas diagnósticas. Se habilitó el Laboratorio de Tuberculosis, que este año debería estar funcionando a plena capacidad. Seguimos avanzando con diagnóstico a nivel de biología molecular. Se cambió el sistema de entrega de resultados de exámenes, lo que ha permitido que sea más amistoso para el usuario, además de rápido y confiable. Entrará en operaciones la Ficha Electrónica Pulso, desarrollada originalmente en el Hospital Dr. Sótero del Río, y adaptada al nuestro, por lo que esperamos tener un mejor manejo de datos y una mayor integración con la Red Sur Oriente, con la meta de tener una Ficha Electrónica completamente digital, eliminando el uso del papel. Esto implica capacitación, además de invertir en equipamiento y adecuaciones de los espacios de trabajo.

¿Qué ha sido clave, desde el punto de vista del personal, para impulsar tantas mejoras?

Nuestros funcionarios, jefaturas y equipos directivos están muy comprometidos, tienen mucha generosidad y vocación de servicio. Existe gran colaboración y trabajo en equipo entre las personas que trabajan en las distintas Subdirecciones, Unidades y Centros de Responsabilidad, lo que facilita mucho sacar adelante los distintos proyectos, además de la labor diaria. Es importante para nosotros mantener una buena relación con las asociaciones gremiales, para así poder acoger las inquietudes que tienen sus asociados, además de lograr un ambiente de trabajo que permita el desarrollo integral de las personas y una adecuada atención de nuestros usuarios.

¿En qué pie se encuentran para enfrentar su cuarta acreditación?

Hemos tenido muy buenos resultados desde la primera acreditación. En nuestro hospital contamos con un equipo de Calidad que compromete a toda la institución en mantener la seguridad de nuestros pacientes como una prioridad. Para eso hay un esfuerzo en tener normas y protocolos claros y actualizados, revisando su cumplimiento en forma continua. Junto a eso se evalúa la frecuencia y gravedad de las complicaciones. Todo esto se da a conocer regularmente a las jefaturas de los distintos servicios, para corregir procesos y disminuir los riesgos asociados a la atención de salud. Estamos comprometidos en mejorar permanentemente la calidad de atención a nuestros pacientes, por lo que tenemos la esperanza de lograr una acreditación de excelencia, tal como ha sido habitual en las instancias anteriores.