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27 de enero de 2020

Hospital Dr. Sótero del Río es centro de referencia de Epilepsia con equipamiento de punta para programas quirúrgicos

La historia del Centro de Referencia Nacional de Epilepsia comienza el año 2015, cuando se practicaron las primeras cirugías a pacientes adultos y niños de epilepsia de difícil manejo o refractaria, que es aquella que responde escasamente a fármacos antiepilépticos y disminuye significativamente la calidad de vida de los pacientes que la padecen.

Ese año, 2015, se inauguraba el programa de cirugía de epilepsia en el Hospital – un tratamiento neuroquirúrgico, llamado cirugía resectiva o paliativa de la epilepsia – iniciando así un largo camino que tuvo su recompensa en 2019, cuando tras intensas gestiones, el Ministerio de Salud da el visto bueno a la creación del centro, y el traspaso de recursos para el funcionamiento del Programa.

“Cuando partimos, junto al epileptólogo de adultos Dr. Reinaldo Uribe, nuestro sueño era tratar de formar una figura administrativa en la cual nos dieran prioridad para resolver a pacientes con epilepsias de difícil manejo. Esto se logró el año pasado, a principios de 2019”, comenta el neurocirujano infantil y Jefe Médico del Centro de Referencia Nacional de Epilepsia del Sótero del Río, Dr. Christian Cantillano.

El especialista explica “los fondos que financian este Programa no vienen del Hospital, vienen del Ministerio directamente. Nosotros nos juntamos con el ministro de la época y nos facilitaron una gran cantidad de recursos para poder formar este programa”. Recursos que permiten su funcionamiento total, desde la creación de cargos de tecnólogos y enfermeras para la realización de monitoreos a pacientes con crisis, hasta la adquisición de dos electroencefalogramas.

Pero este no ha sido el único adelanto, recientemente llegó un Microscopio de última generación a Pediatría. El dispositivo que tiene un valor de 150 millones de pesos, permitirá modernizar sustancialmente la práctica quirúrgica dada sus características tecnológicas.

“Este microscopio nuevo lo que mejora es la imagen, tiene mucho más aumento, es mucho más estable desde el punto de vista del movimiento. Todas las imágenes son en 4k, permite guardar las imágenes, y fusionarlas con las de la neuro navegación en el mismo microscopio; entonces yo lo puedo ver en el mismo visor. Los colores son más vivos permitiendo discernir mucho mejor las estructuras”, declara entusiasta el Dr. Cantillano.

Con la adquisición de este dispositivo no sólo se benefician los pacientes con epilepsia; sino muchos otros que son atendidos por otros programas de cirugía como los de disrafia espinal, tumor cerebral o hemorragias subaracnoideas.

En Chile, actualmente existen dos centros de referencia de epilepsia en la red pública. El clásico Instituto de Neurocirugía y el Sótero del Río.

“Hoy día tenemos un número de pacientes mucho más alto que el Instituto de Neurocirugía, que era como el centro nacional clásico donde se resolvían estos casos. Nosotros estamos operando aproximadamente 45 pacientes al año, que es mucho. Estamos en el promedio de centros internacionales”, enfatiza el neurocirujano.

Junto con los múltiples beneficios que tiene una cirugía de epilepsia curativa o paliativa para la vida de los pacientes, la salud pública también se ve favorecida en su conjunto, ya que tener disponible este tratamiento quirúrgico en el sistema público implica un ahorro cuantioso de recursos económicos, que antes debían pagarse a centros privados de salud para responder a la demanda.

“Cuando un paciente Fonasa se va para afuera, el Hospital tiene que pagar esta prestación, y eso puede salir entre 50 y 100 millones por paciente. Con ese mismo dinero podemos operar 45 pacientes al año, y teniendo el mismo resultado posterior”, precisa el Dr. Cantillano.

Darse a conocer dentro de la comunidad civil y médica es uno de los desafíos que se propuso para este 2020 el equipo del Centro de Referencia Nacional del Sótero del Río. Por otro lado, quieren iniciar el denominado monitoreo invasivo, consistente en colocar electrodos intracerebrales a los pacientes, con fines investigativos y de precisión del área donde se origina la crisis.

 

Fuente: Complejo Asistencial Dr. Sótero del Río